Love In Chaos Bajifuyu
El sonido de la campanilla lo distrajo de su trabajo.Chifuyu estaba usando el uniforme, que consistía en un pantalón negro y una camiseta turquesa de pique de mangas cortas, también utilizaba un delantal negro que tenía bordado el nombre y logo del local. El rubio dejó la navaja con la cual estaba abriendo las cajas de mercadería y volteó con una sonrisa hacia el cliente que había ingresado, pero acabó parpadeando.-¿Draken? -preguntó confuso.-Hola -saludó, ligeramente incómodo-. ¿Estoy interrumpiendo? Puedo volver luego...-No, tranquilo.-Es que necesito hablar contigo.Había algo en el tono de Draken que le hizo pensar a Chifuyu que se trataba de un tema delicado, por lo que lo miró con serenidad.-Claro, pero debes saber que estoy solo en la tienda, mi jefe está haciendo trámites en el banco y Kei entra más tarde hoy. Podemos hablar aquí o juntarnos en otro lado, si lo prefieres.-No, no, aquí estará bien -aseguró Draken mientras echaba un vistazo a la tienda-. Así puedes seguir en lo tuyo también.Chifuyu asintió viéndolo con algo de curiosidad. Sí, eran amigos, pero Chifuyu sabía que Draken tenía amigos mucho más cercanos, como Mitsuya o Inupi. Ellos eran de ir a festivales, salir de fiesta, andar en motocicletas, reírse o quejarse de la vida en general, también sabía que si pasaba algo, mutuamente se defenderían las espaldas sin dudarlo, pero, en ese momento, Chifuyu no lograba recordar alguna conversación seria y privada entre los dos, por lo que la intriga lo estaba inundando. -Chifuyu -lo llamó Draken rompiendo el pequeño silencio entre ambos-. ¿Cuándo te diste cuenta que lo que sentías por Baji iba más allá de la amistad?Definitivamente, Chifuyu no esperaba esa pregunta. Parpadeó y ladeó un poco la cabeza, analizando un poco la pregunta y quizás qué expresión tenía porque Draken no tardó en volver a hablar:-Lo siento, es solo que tú has pasado por esto y yo... no sabía a quién preguntarle, Mitsuya y Hakkai son diferentes... si no quieres decirme, no pasa nada -añadió, visiblemente nervioso.Chifuyu volvió a parpadear, pero podía entender a qué se refería Draken: Mitsuya y Hakkai eran un matrimonio consolidado, su relación había sido oficial antes de que ellos mismos lo anunciaran. No como Baji y él. El fugaz recuerdo de cuándo ayudó a Baji a conseguir una cita con una chica de un curso mayor llegó a su mente. Sacudió un poco la cabeza para alejar aquel recuerdo y meditó la respuesta bajo la atenta mirada del mayor.-Creo que fue cuando estuvo en el hospital -contestó al fin.-Pero lo ayudaste a tener citas -se extrañó Draken.-Es que creo que ambos pasamos por la negación -se encogió suave-. En lo personal, todo fue complicado.La mirada ansiosa que le dio Draken, le hizo saber a Chifuyu que el mayor esperaba más información, así que Chifuyu fue por una de las sillas que utilizaban para descansar y se la entregó, viendo como Draken se sentaba frente al mostrador de la tienda y él mismo se sentó tras el mueble en un taburete que tenían frente a la caja y su jefe o Baji usaban mientras rellenaban los papeles de la tienda. Chifuyu acomodó unos potes plásticos vacíos en forma de hueso, pez y alas y tomó la navaja abriendo la caja.-Conocí a Kei en la escuela, lo sabes, ¿no? Y luego me salvó de una paliza -dijo Chifuyu mientras sacaba las bolsas de las cajas-. Desde ese momento que ando junto a él, lo admiro muchísimo, incluso hoy. Y cuando pasó lo de Valhalla... -negó un poco con la cabeza-. Lo sentía irse, como se volvía débil y frío y nunca había sentido tanto miedo como esa vez... fue como si el mundo se apagara, como si me arrebataran una parte de mí.Draken no pasó por alto como la expresión en los ojos de Chifuyu se ensombrecía, evidenciando que el recuerdo del Bloody Halloween aún lo atormentaba. Y lo entendió. Draken podía entender exactamente a qué se refería Chifuyu y el consejo que Seishu le dio cobro todo el sentido del mundo: "Chifuyu podría guiarte mejor, él vivió algo similar".-Fue un sentimiento muy intenso, ¿sabes? -siguió Chifuyu-. Esas semanas donde estuvo en coma, me cuestioné todo, porque... me di cuenta que esos sentimientos tan fuertes solo me los provocaba él. Draken lo observó sacar las bolsas de la caja, para luego abrir una y colocar los premios de perros en el molde en forma de hueso, acercó sus manos para ayudarlo y poder hacer algo mientras lo escuchaba.-Él era mi mejor amigo y la idea de que fuera algo más, en mi mente era ridículo. Kei era popular, incluso venían chicas de otras escuelas a verlo y ni siquiera esa apariencia de nerd las ahuyentaba -sonrió con diversión y cariño ante el recuerdo de Baji en la escuela-. Yo no quería perderlo de nuevo y me negué a aceptar que lo quería más que a un amigo, pero... los sentimientos son lo que son, ¿sabes? No cambian por mucho que quieras, solo están y ya.-¿Por eso lo ayudaste con las citas?-Sí -asintió-. Yo estaba bien con estar a su lado, ¿sabes? Era suficiente compartir con él, ser su amigo... hasta que dejó de serlo.-¿A qué te refieres?-Después de un tiempo, dolía verlo con alguien más -niega suave-. Por suerte, él dejó de tener citas y se volvió más... expresivo conmigo. Supongo que fue cuando él se dio cuenta de lo que le pasaba conmigo.-Mierda, Chifuyu, ¿cómo aguantaste verlo con alguien más? -Porque lo amo.Los labios de Draken se separaron ligeramente ante la calma y sinceridad de la confesión de Chifuyu. Cerró la boca viéndolo con suavidad.-¿Baji lo sabe?-No -dijo Chifuyu sonrojándose suave-. No se lo he dicho, pero esa es la verdad. Eres el primero en saberlo.Draken se sintió algo conmovido y sintió un poco de envidia ante la seguridad con la que Chifuyu admitía sus sentimientos. Sonrió al imaginar la cara que pondría Baji cuando Chifuyu le dijera que lo amaba.-Ahora que Kei y yo estamos juntos me doy cuenta que valió la pena -dijo Chifuyu viéndolo suave-. Fue nuestro camino para estar donde estamos hoy y, difícil y todo, no me arrepiento de nada.Draken asintió. Se quedaron en silencio mientras rellenaban juntos los potes con las chucherías para los animales. Cuando acabaron Chifuyu lo miró con curiosidad.-Draken, ¿por qué me preguntas estas cosas?-Es por Mikey.Si bien Draken no quería que más personas supieran sus problemas sentimentales, decirle a Chifuyu se sentía bien, sobre todo después de todas las cosas que él chico le contó. Sin embargo, se extrañó un poco de no ver rastros de sorpresa en el rostro del chico.-No te sorprende.-No realmente.Draken parpadeó sin entender y Chifuyu rió mientras negaba con la cabeza.-Hace sentido -dijo como respuesta de la pregunta sin formular-. Mikey y tú... tienen ese algo. Supongo que es un poco como cuando Mitsuya y Hakkai contaron que estaban juntos, sorpresa no hubo, todos lo esperábamos. Pero Draken no respondió. Habían diferencias. Mitsuya y Hakkai no tuvieron a nadie entre ambos y él había salido con Emma. Emma... pensar en ella era doloroso, porque la quería y se preocupaba por ella, pero no podía olvidar lo que la chica había hecho. Aquello derivó sus pensamientos hacia Mikey, ¿qué tanto había aguantado aquel enano caprichoso con tal de verlos felices? Mikey siempre anteponía a Emma ante sus sentimientos. Suspiró algo cansado.-¿Qué es lo que quieres tú? -le preguntó Chifuyu sacándolo de sus pensamientos-. Aquí tendrás dos opciones: o te arriesgas a que las cosas cambien o te quedas preguntándote toda la vida qué hubiera pasado.
Al mediodía exacto, Baji cruzó la puerta de la habitación de Mikey y encontró al rubio dormitando en la camilla. Rodó los ojos con una sonrisa mientras dejaba su bolso y chaqueta en la pechera, para después acercar el taburete y sentarse cerca de la camilla. Mikey pareció despertarse del todo mientras Baji se acomodaba.-¿Y bien? ¿Por qué me querías aquí? -preguntó Baji.-Dime qué pasó entre Emma y Kenchin -dijo Mikey.-Sabes que no me corresponde decírtelo.-Emma y Kenchin saldrán con la misma mierda de ayer, de qué necesito descansar, qué es demasiado pronto para las noticias, qué de tiempo, pero necesito saberlo.-¿Por qué?-Porque necesito saber si es mi culpa.Baji arqueó las cejas con sorpresa, pero frunció ligeramente el ceño cuando notó que Mikey hablaba totalmente en serio. La culpa se paseaba libremente en los ojos del rubio a la vez que tiraba un poco de las sábanas. Baji no ignoró aquellos gestos, pensando que, seguramente, Mikey había pasado cada segundo despierto comiéndose la cabeza por el tema.-He lastimado a Emma al besarme con Draken -dijo Mikey, afligido-. Baji, yo... me había prometido que no haría nada, pero...-apretó los labios-. ¿Qué clase de hermano soy?-Mikey, lo de ellos no...-Ella está enamorada hace tanto tiempo de él y yo...-Y tú también -lo interrumpió Baji viéndolo serio-. Mikey, quieres a Draken hace tanto tiempo que ni siquiera recuerdas cuándo empezó a gustarte. Te has tragado tus sentimientos por Emma, pero, ¿dónde quedas tú? ¿acaso no mereces ser feliz?-Si Kenchin es feliz con ella, por mí está bien. Emma es feliz con él. Son felices juntos. Eso está bien. Lo está. Eso me hace feliz.-¿Y por qué suena a que te estás convenciendo?Mikey hizo un sonido estrangulado desde su garganta mientras se dejaba caer en la camilla, dejó su antebrazo apoyado en su frente a la vez que miraba fijamente el techo.-Mereces ser feliz.-No a costa de la felicidad de ellos.-Es Draken quién decide con quién estar -gruñó Baji-. Y Emma y tú deben respetar eso. Mikey lo miró con preocupación pero Baji negó y se cruzó de brazos, dejándole claro que no cambiaría de postura.-Y lo que pasó entre ellos dos, no tiene que ver contigo. Sí, Draken le contó que se besaron, pero no fue algo que sentenciará su relación. No fue eso, Mikey, te lo juro.El rubio asintió mientras bajaba su brazo y se acomodaba un poco.-Yo... creo que me declaré a Kenchin.-¿Qué hiciste qué?-Esa noche... le dije a Kenchin que lo quería, ya sabes, antes de quedarme inconsciente. -Eso no es creer, Mikey, te has declarado.-Pensaba que me moría -dijo Mikey a la defensiva-. Yo, no sé por qué, pero necesitaba que Kenchin lo supiera.Baji sonrió burlesco cuando notó que las mejillas del rubio enrojecían, sin embargo controló su impulso de querer burlarse y se conformó con asentir. En su interior, Mikey agradeció aquello.-Draken entraba a verte todos los días -le contó Baji-. Dos veces, mínimo. Pasó tanto tiempo en la UCI que las enfermeras lo dejaban pasar fuera de horario o que se quedara más tiempo. -¿Hablas en serio?-Lo hago.Una sonrisa se dibujó en el rostro de Mikey, pero antes de hacer algún comentario, una enfermera entró al dormitorio con el almuerzo del rubio, se lo acomodó en una bandeja y lo ayudó a sentarse en la camilla antes de retirarse. Baji abrió su mochila y sacó un sándwich con una botella de zumo.-¿Trajiste para comer conmigo? -preguntó Mikey, divertido.-En realidad, era para comer algo con Fuyu -contestó Baji, tranquilo-. Pero ya que estoy aquí...-se encogió de hombros-. Cuando vaya de camino al trabajo, me compró algo para comer con Fuyu.-¿Cómo van las cosas con Chifuyito? A pesar de que la pregunta sonaba con genuino interés, Mikey miraba su almuerzo con mala cara, como si la comida lo hubiera insultado profundamente. Baji arqueó una ceja y luego rodó los ojos al notar el problema del rubio.-Por dios, Mikey, no puedes estar enfadado porque se ve normal.-Es aburrida -refunfuñó.-Come.-Pero...-Le diré a Draken o a Takemichi que te traigan dorayakis de contrabando, pero come la maldita comida.Mikey siguió refunfuñando y de mala gana comenzó a comer, Baji asintió satisfecho mientras daba un mordisco a su sándwich. Mikey lo miró con la boca llena y arqueó una ceja.-Ah, sí -dijo Baji-. Fuyu y yo estamos saliendo formalmente.-¿Qué? -Mikey tragó con cierta dificultad-. ¡No! Mierda, me lo he perdido. -¿Te lo has perdido?-Hace un tiempo que ustedes son mi novela favorita -comentó tranquilo-. A veces, Takemicchi y yo hablamos sobre lo que puede pasar entre ustedes.-¿Qué? -Baji parpadeó dejando a medio camino su comida-. ¿El llorón y tú hablan de nosotros?-Siendo justos, no solo nosotros -dijo Mikey encogiéndose de hombros-. ¿Qué? -preguntó ante la expresión de desconcierto de Baji.-¿Por qué nunca me lo habías dicho? ¿Por qué ustedes...?-Baji, Chifuyu y tú eran tan obvios -lo cortó Mikey riendo-. Se miraban con ganas de comerse la boca y nunca lo hacían, incluso cuando salías con esas chicas -sonrió divertido-. Casi hicimos fiestas cuando notamos que se habían besuqueado. -Me estás jodiendo.-No lo hago.Baji lo miraba boquiabierto, lo que lograba que la sonrisa de Mikey solo fuese más grande. La gracia del rubio era más que evidente.-Venga, cuéntame, tengo que ponerme al día para cuando venga Takemicchi.Baji resopló, dividido entre la diversión y la sorpresa de que sus amigos hubieran estado por tanto tiempo pendientes de su relación con Chifuyu. Negó con la cabeza mientras reía, para después empezar a contarle a Mikey su cita y proposición mientras almorzaban, divirtiéndose de las expresión que ponía el rubio. Sí, había extrañado mucho a Mikey.
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